viernes, 27 de mayo de 2016

La vida es es sueño (fragmento), Calderón de la Barca

SEGISMUNDO:¡Ay mísero de mí, y ay infelice!
              Apurar, cielos, pretendo,
           ya que me tratáis así,
           qué delito cometí
           contra vosotros naciendo.
           Aunque si nací, ya entiendo
           qué delito he cometido;
           bastante causa ha tenido
           vuestra justicia y rigor,
           pues el delito mayor
           del hombre es haber nacido.
              Sólo quisiera saber
           para apurar mis desvelos
           --dejando a una parte, cielos,
           el delito del nacer--,
           ¿qué más os pude ofender,
           para castigarme más?
           ¿No nacieron los demás?
           Pues si los demás nacieron,
           ¿qué privilegios tuvieron
           que no yo gocé jamás?
             Nace el ave, y con las galas
           que le dan belleza suma,
           apenas es flor de pluma,
           o ramillete con alas,
           cuando las etéreas salas
           corta con velocidad,
           negándose a la piedad
           del nido que dejan en calma;
           ¿y teniendo yo más alma,
           tengo menos libertad?
              Nace el bruto, y con la piel
           que dibujan manchas bellas,
           apenas signo es de estrellas
           --gracias al docto pincel--,
           cuando, atrevido y crüel,
           la humana necesidad
           le enseña a tener crueldad,
           monstruo de su laberinto;
           ¿y yo, con mejor instinto,
           tengo menos libertad?
              Nace el pez, que no respira,
           aborto de ovas y lamas,
           y apenas bajel de escamas
           sobre las ondas se mira,
           cuando a todas partes gira,
           midiendo la inmensidad
           de tanta capacidad
           como le da el centro frío;
           ¿y yo, con  más albedrío,
           tengo menos libertad?
              Nace el arroyo, culebra
           que entre flores se desata,
           y apenas sierpe de plata,
           entre las flores se quiebra,
           cuando músico celebra
           de las flores la piedad
           que le dan la majestad
           del campo abierto a su huída;
           ¿y teniendo yo más vida,
           tengo menos libertad?
              En llegando a esta pasión,
           un volcán, un Etna hecho,
           quisiera sacar del pecho
           pedazos del corazón.
           ¿Qué ley, justicia o razón
           negar a los hombres sabe
           privilegios tan süave
           excepción tan principal,
           que Dios le ha dado a un cristal,
           a un pez, a un bruto y a un ave?

                    Calderón de la Barca: La vida es sueño; Acto I

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